Las altas velocidades, chicanas y curvas rápidas, convierten a Monza en un desafío único para Bridgestone. Para este Gran Premio se utilizarán los compuestos blando y medio. El desgaste es bastante alto, así que los equipos deben seguir atentamente las indicaciones del fabricante japonés.
Kees van de Grint - Ingeniero Jefe de Operaciones en Pista:
"Monza es un circuito extremadamente difícil desde la perspectiva de los neumáticos. Debido a la superficie, se podía usar el compuesto blando. Sin embargo por las altas velocidades, se genera mucho calor y por lo tanto se debería seleccionar el neumático duro. Esto se combina con la baja carga aerodinámica para mejorar la adherencia.
Es muy importante en Monza que los equipos acaten las presiones mínimas en los neumáticos que recomendamos debido a la durabilidad, ya que se genera una presión más alta que en otros circuitos. Obviamente la alta presión genera tracción en las curvas lentas, pero la seguridad está primero. El equipo de ingenieros va hasta el límite para tener el mejor compromiso de sus autos con los ajustes aerodinámicos y de suspensión".